14 de diciembre de 2012

          Son sensaciones a las que el cuerpo se ha acostumbrado de tal manera que no es capaz de vivir sin ellas. Es como dejar de fumar de golpe, decir, "a partir de hoy no vuelvo a fumar un cigarro", cuando llevas dos años fumando día si, día también.

          El cuerpo se convierte en algo totalmente desconocido, se empieza por estar triste, simplemente estar triste, que fácil suena decirlo.
Pero acabas teniendo síntomas físicos y no precisamente dolor, no un dolor cualquiera, dolor por dentro, un dolor casi insoportable con el que tienes que vivir todos los días, menos mal que todos nos habituamos incluso a la peor situación, si esta se repite continuamente nuestra respuesta disminuye, nos acostumbramos al dolor, nos acostumbramos a sufrir.
Y cuando estas justo en ese punto, el cuerpo cambia, y es que realmente el cuerpo te lo pide. Y cuando estas cerca y hueles la cercanía, puedes verle de lejos, sientes frío, calor, incluso temblores, que nose muy bien a santo de que se producen esos temblores..

          Y es que es cierto, es verdad! si existe algo que llegue a convertirse en nuestro punto débil. Pero claro, eso no lo sabemos hasta que no lo perdemos (ley de vida).
Y es cierto, que todos lo tenemos.
Y tienes la sensación continua de necesitarlo, de querer estar cerca. Pero no puedes, por que se supone que alguien dice que hay que olvidarlo.
¿Perdona? olvidar algo que fíjaos lo importante que puede llegar a ser, que se ha convertido en mi punto débil, ¿olvidarlo? Me niego rotundamente.
Si mi cuerpo lo necesita tanto, sera por algo, y si mi cuerpo no puede vivir sin tenerlo cerca, será por algo.

          Me niego, me opongo a olvidarme de algo por lo que daría todo cuanto tengo.
Y es que además de esas hormonas del apego que hacen que queramos a los demás y nos enamoremos, hay algo más, algo que solo se puede sentir, una conexión especial, y yo tengo esa conexión especial. No todo es química, no todo son hormonas.
Seguiré teniendo mi punto débil, no pienso superarlo.
Solo esperaré a poder tenerlo junto a mi.
La espera valdrá la pena.
No me rendiré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y hacía mucho tiempo que, pero vuelvo a estar, y he aprendido una nueva forma de mirar el mundo en todo este tiempo que a pesar de todas las...