11 de abril de 2013


          Confusiones a menudo equivocadas por culpa de un conjunto de diminutas colecciones de recuerdos que expandiéndose forman una masa espesa de olores desconocidos que pretenden demasiado aunque poco es lo que consiguen gracias a esa pieza invisible de magia conseguida a partir de una especie de azar que actúa erróneamente porque cada vez es mas vago con el mérito que le sigue por conseguir hechos inimaginables y descabellados que todo ser viviente observa con envidia porque que sino iba a mover el mundo y las relaciones sino este logro psicológico tan abundante en nuestros cerebros y que nos reconcome con tanta pasión e impaciencia.
          Existe la seria necesidad de una realidad discreta. Demasiados sentimientos albergados en una pequeña zona del cuerpo, y escondidos en el último rincón de la humanidad.
          ¿Los sacaremos algún día?

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