¿Y qué hacemos nosotros para cambiar el mundo? No hablo de avanzar en
nuestro mundo individual, el trabajo, nuestras relaciones,
aficiones..etc. Me refiero a esa serie de acciones que dejan huella en
otra persona, huella que provoca que se repita esa acción en otra
persona. Hablo de las cadenas de favores y las maravillosas
consecuencias que provocan, consecuencias infinitas ya que si calculamos
el alcance de esa acción puede que nos perdamos entre personas,
kilómetros y probabilidades.
¿Y
si hiciéramos una cadena de favores al mes, por ejemplo? Ayudar a tres
personas al mes y pedirles cuando nos den las gracias que hagan algo,
que ayuden a otras tres personas y que cuando les vayan a dar las
gracias por el favor pedirles que ayuden a otras tres, y así
sucesivamente.
Es tan sencillo como parece, y estaremos
cambiando el mundo. Puede que una acción como darle unos céntimos al
que está en la puerta del supermercado llegue a otras ciudades, de
persona a persona, o incluso a otros países, nuestras acciones pueden
recorrer el mundo, es realmente increíble.
Nosotros
seremos conscientes de que hemos hecho esa buena acción, en nuestro
cerebro se activa esa idea y nuestro cuerpo recibe ese bienestar, os lo
explicaré de una forma más científica:
Hay una hormona llamada
oxitocina, tiene un apodo, la hormona del apego o la hormona de los
abrazos, porque se libera cuando abrazamos a alguien, pero esta es una
parte muy pequeña en la que la oxitocina está involucrada. La oxitocina
es una neurohormona, nos prepara para hacer las cosas que fortalecen las
relaciones cercanas, esta hormona mejora la empatía y la predisposición
a ayudar a los demás, hay gente que dice que deberíamos aspirar
oxitocina para ser compasivos y cariñosos. Pero lo que no se conoce
sobre la oxitocina es que es una hormona del estrés, se libera en
respuesta al estrés, es una función tan importante como la de adrenalina
que hace que palpite el corazón, y la liberación de oxitocina en
respuesta al estrés nos motiva a buscar ayuda, decir lo que sentimos en
lugar de guardárnoslo. La oxitocina no solo actúa en el cerebro, también
actúa sobre el cuerpo, y una de las principales acciones en el cuerpo
es proteger el sistema cardiovascular de los efectos del estrés, es un
anti-inflamatorio natural, hace que los vasos sanguíneos estén relajados
durante una situación estresante.
El corazón tiene receptores de
esta hormona, la oxitocina ayuda que se regeneren las células cardíacas,
y a recuperarse por cualquier daño del estrés, la oxitocina fortalece
el corazón. ¿No suena increíble?
Lo mejor de todo es que todos
estos beneficios de la oxitocina se intensifican con el contacto y apoyo
social, por lo que cuando nos acercamos a alguien para ayudar se activa
esta hormona y la respuesta al estrés se vuelve más saludable. Es
realmente maravilloso que el estrés posea un mecanismo incorporado para
recuperarse del estrés y que ese mecanismo sea el contacto humano.
Ayudar
a los demás nos hace resistentes. Y sabiendo esto espero que todos
vosotros hagáis vuestra cadena de favores, al menos una al mes, por los
demás y por vosotros, por vuestra salud, quien sabe, puede que nuestras
acciones se entrelacen en el proceso.
Sin lugar a dudas esas partes mágicas son por las que vale la pena todo
ResponderEliminarHola te invito a visitar mi blog, saludos!!
ResponderEliminarhttp://buscandolaspalabrasenuntintero.blogspot.mx/