Y rompiendo cada esquina del dormitorio empezó nuestra guerra fría.
Nuestros odiados kilómetros soñaban despiertos entre miradas,
buscaban esperanzas escondidas tras botones de camisas baratas,
no entendían el "cómo" ni el "cuándo", solo sabían "por qué",
el mundo giraba y giraba sin importar su enloquecer.
La envidia les aventajaba con dudas sin resolver,
todos sus "algos" susurraban con miedo,
se escondían dentro de sus propios gritos opacos,
porque el ultimátum de su dicha podía desaparecer.
Amenazaban con huir al vacío de su inseguridad,
sin saber que allí no existen salidas,
y preocupándose por su hemorragia emocional,
se dispuso a viajar hacia un sin fin de manías.
No importaban las horas y las luces se comían sus palabras,
no había nada, solo aquello que fabricaran.
Su mundo, cubierto por una capa de esperanza singular,
dormía al son de sus mejores gemidos, aquellos que les hacía madurar.
Su lucha murió rodeada de presuntas alucinaciones,
aquellas que rompieron su mediocridad,
el resto manteniéndose despiertas, luchaban por ser vistas,
con el objetivo de acabar con esa irracional y absurda guerra fría.
qué fuerte, describe las lides humanas a cabalidad
ResponderEliminarsaludos
Gracias Omar!
ResponderEliminarTu prosa poética,o poética prosa,llega,cala, se hunde en el sentimiento del lector..Me alegra haberte conocido!
ResponderEliminarHiciste sonar mi teléfono rojo
ResponderEliminary con su sonido
comenzó a sangrarme la vida
mientras sentía el suave peligro de la guerra fría...
Saludos.
Gracias por comentar! Versos que llegan.. :)
ResponderEliminarGuau... tus textos son... inexplicablemente hermosos. *-*
ResponderEliminarMuchas gracias! :)
ResponderEliminarGuau!!
ResponderEliminar:)
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