Como si de una huida se tratase, como coger las alas y largarse. Sentir huellas recorriendo el pecho, agonía e impotencia, subsuelos de inquietud.
Ser el dueño temporal o rey de tu pequeño mundo pactado. Morir de sed por el ansia de comer carriles, y avanzar a velocidades clandestinas.
Creerse importante, aunque la soledad es la mejor acompañante para cuan impactante aventura. Tomar las riendas, y explota el corazón pero regenera inmediatamente.
Aumentan las palpitaciones, cada vez mas, esperemos llegar a nuestro destino, pero lo que verdaderamente importa no es el final sino el camino.
Tan buenisima como siempree :) óle que óle mágica!! NEREA.
ResponderEliminar