Dejemos a un lado la poesía, hablemos de almohadas
hablemos de nuestro fin del mundo particular
entretejemos nuestro presente con horas largas
Y sin darme cuenta me encuentro con tu espalda,
mordida entre estaciones
anochezco en primavera
mis medias rotas me guían hacia ti
me cuentan verdades teñidas de anhelo
y fumamos a medias
nos fumamos aquí.
Hablemos del tiempo
del tanto y del poco
evaporarnos enteros en aquel sueño
y liberar la ciudad de estos dos perturbados
probando suerte en nuestros zapatos
y huir
creando la fuga perfecta
siguiendo el patrón de "si saltas, yo salto"
y me incendio en un océano de ideas
congeladas por absurdos discursos baratos.
Hablemos de sábanas
todavía rugen por las mañanas
y el ruido se convierte en parpadeos
en gritos y llantos disfrazados
odiando el "tal vez" me engancho en tu mundo
me cuelo entre rendijas
estallo las paredes que rodean a tu orgullo
pero pronto llegamos
nos queda una parada
la huida aguarda, nuestra asombrosa espantada.
Hablemos de Nietzsche
y nuestro eterno retorno
murámonos ahora
volvamos a empezar
no nos sobra tiempo
solo te quería comentar
que la poesía sí es para tanto
es la vida misma
excitada
tratando de sonar.