23 de enero de 2013

          Como si de una huida se tratase, como coger las alas y largarse. Sentir huellas recorriendo el pecho, agonía e impotencia, subsuelos de inquietud.

          Ser el dueño temporal o rey de tu pequeño mundo pactado. Morir de sed por el ansia de comer carriles, y avanzar a velocidades clandestinas.

          Creerse importante, aunque la soledad es la mejor acompañante para cuan impactante aventura. Tomar las riendas, y explota el corazón pero regenera inmediatamente.

          Aumentan las palpitaciones, cada vez mas, esperemos llegar a nuestro destino, pero lo que verdaderamente importa no es el final sino el camino.

1 comentario:

  1. Tan buenisima como siempree :) óle que óle mágica!! NEREA.

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